Las averías más caras que evitas con 20 € de mantenimiento

¡Porque en el mundo del automóvil, más vale prevenir que lamentar!

El ahorro inteligente

1 Revisar y cambiar el aceite del motor a tiempo

Lubricar bien las piezas internas evita desgaste y sobrecalentamientos. Comprueba el nivel regularmente (con el motor frío y en plano) y respeta los intervalos de cambio indicados por el fabricante.

Mantener el aceite limpio protege componentes vitales como las bielas y el cigüeñal, y prolonga la vida de la bomba de aceite.

2 Cuidar el sistema de refrigeración

Revisa el nivel de refrigerante periódicamente (con motor frío) y cambia el refrigerante según intervalos recomendados. Un sensor de temperatura defectuoso cuesta solo 15-20 €.

Vigila la aguja de temperatura y atiende cualquier subida anormal inmediatamente.

3 Limpiar o cambiar el filtro de aire del motor

Un filtro sucio reduce potencia y aumenta consumo. En casos extremos puede dañar el catalizador. Un filtro nuevo cuesta 10-20 € y muchas veces puedes cambiarlo tú mismo.

4 Sustituir las bujías en motores de gasolina

Bujías gastadas causan fallos de encendido, tirones y pueden dañar el catalizador. Cámbilas cada 50.000-100.000 km según el fabricante.

5 Cambiar el filtro de combustible

Retiene impurezas antes de que lleguen al motor. Un filtro atascado fuerza la bomba e inyectores, piezas delicadas y caras de sustituir.

6 Mantener la batería y sus bornes limpios

Limpia los bornes cada pocos meses si ves sulfato (polvo blanco/verdoso). Material de limpieza y grasa protectora cuestan menos de 20 €.

7 Inspeccionar y sustituir la correa de accesorios

Revísala visualmente: grietas, desgaste o hilos sueltos indican que hay que cambiarla. Si oyes chirridos al encender, está patinando.

8 Cuidar neumáticos (presión, desgaste y válvulas)

Revisa la presión mensualmente (en frío). Presión correcta = menos riesgo de reventón + desgaste uniforme. Controla profundidad del dibujo (mín. 3mm).

9 Cambiar las escobillas del limpiaparabrisas

Escobillas gastadas dejan zonas sin limpiar bajo lluvia. Por 10-15 € tienes un juego nuevo que instalas en minutos. Cámbialas cada 1-2 años.

10 Atender el sistema de frenos (líquido y pastillas)

Líquido de frenos: Cámbialo cada ~2 años. Absorbe humedad y pierde eficacia. Pastillas: Revisa grosor regularmente, cámbialas antes de que se agoten (mín. 3-4mm).

Motor gripado (seizado)

Ocurre cuando el motor se queda sin lubricación y las piezas internas se bloquean por el calor y la fricción. Suele implicar cambiar o reconstruir todo el motor.

Sobrecalentamiento y junta de culata quemada

Un recalentamiento severo puede dañar la culata y la junta que sella esta con el bloque. Reparar una culata es de las cosas más caras en mecánica.

Rotura de correa de distribución

Si se rompe, las válvulas y pistones del motor pueden chocar entre sí, causando daños enormes. Implica rehacer buena parte del motor.

Avería de inyectores o bomba de combustible

Los inyectores (especialmente en diésel) y la bomba sufren con impurezas. A veces hay que cambiar varios inyectores y limpiar todo el sistema.

Reventón de neumático y daños asociados

Un neumático reventado no solo implica cambiar la rueda; puede dañar otros componentes o, peor aún, provocar un accidente si pierdes el control.

Fallo de frenos por líquido en mal estado

El líquido con humedad soporta peor el calor. En frenadas intensas puede vaporizarse, el pedal se hunde y el coche no frena. También causa corrosión interna.

Avería del alternador o componentes eléctricos

Si la batería está vieja o mal conectada, el alternador trabaja a tope constantemente y puede quemarse antes de tiempo. También afecta al motor de arranque.

Tú tienes el control: prestando atención a tu coche y actuando a tiempo, mantienes a raya a estas "averías evitables"

Consulta el manual de tu vehículo

Cada coche tiene recomendaciones del fabricante sobre cuándo hacer cada mantenimiento (intervalos de cambio de aceite, bujías, filtros, etc.). El manual es tu guía de cabecera.

Crea una lista de verificación periódica

Especialmente antes de viajes largos o una vez al mes, haz un pequeño "tour" alrededor de tu coche: verifica niveles, presión de neumáticos, funcionamiento de luces y estado de escobillas.

No ignores los avisos del coche

Si en el tablero se enciende un testigo luminoso (aceite, temperatura, frenos, "check engine", etc.), no lo tapes con cinta ? ni lo dejes para después. Es la forma que tiene tu coche de pedirte atención.

Aprende lo básico o acude a profesionales de confianza

Conduce con cariño tu coche

Estos cuidados en la conducción reducen el desgaste y complementan el mantenimiento preventivo. Al final, tu coche durará más años en buen estado.

Pequeños gastos programados vs. un gran gasto inesperado

Puedes reservar un pequeño presupuesto anual para estas cositas: escobillas, filtros, aceite para rellenar, etc. Piensa que ese dinero probablemente lo estés ahorrando de una gran reparación futura.

No necesitas ser un experto mecánico, solo ser consciente y constante con las pequeñas acciones preventivas